APUNTES PARA UN BALANCE NECESARIO DE NUESTRA LUCHA

Movilización del jueves 1 de diciembre encabezada por numerosas asambleas distritales junto con ADEMYS , colectivos y agrupaciones docentes antiburocráticos, estudiantes, organizaciones sociales y políticas.


-Colectivo Lista de Maestr@s y Profesor@s-
 
APUNTES PARA UN BALANCE NECESARIO 
DE NUESTRA LUCHA

Los docentes porteños venimos de desarrollar la más importante y masiva lucha de los últimos años, en este caso contra la política del macrismo de atacar el régimen de concursos públicos bajo el cogobierno de Juntas electas por los docentes.

Hemos llevado adelante contundentes paros y multitudinarias movilizaciones a la Legislatura, pero también una innumerable cantidad de actividades a nivel de distritos y escuelas, realizando charlas, festivales, asambleas, radios abiertas, volanteadas, etc., avanzado así en experiencia y en organización.

Lamentablemente todo este esfuerzo y voluntad de lucha no alcanzó para derrotar la política macrista, finalizando el jueves 1º con la votación del proyecto del legislador de la Coalición Cívica, Abrevaya, funcional a los intereses del gobierno. Esto se logró luego de una jornada escandalosa donde se apeló a la tercerización de la represión, con la intervención de una patota para poder liberar la entrada de la Legislatura de los docentes que nos encontrábamos ahí movilizados, y posteriormente a la represión de la Policía que arrojó gases y balas de goma contra los manifestantes desde el edificio legislativo que continuaba su sesión.

Desde el Colectivo Lista de Maestr@s y Profesor@s consideramos fundamental que hagamos un balance entre todos  para poder sacar conclusiones que nos permitan estar más fuertes para los próximos enfrentamientos con el gobierno de Macri. Aquí va nuestro humilde aporte, para ir avanzando en ese sentido.

¿Por qué no ganamos?

Para empezar, creemos que un punto fundamental fue la falta de un plan de lucha consecuente y con medidas progresivas. Aquí nos parece necesario para la reflexión que podamos romper con algunas naturalizaciones sobre los modelos sindicales vigentes: desde las escuelas había un claro pedido de unidad de los sindicatos y también un claro pedido, basado en la experiencia de los reclamos salariales de los últimos años, de que con paros ailados no se podía ganar. Por eso, más allá de la necesidad de lograr la mayor unidad para la lucha, queremos ser claros: lamentablemente, la mayoría de las conducciones sindicales (pero sobre todo la Lista Celeste que monopoliza la conducción de UTE) no llevaron adelante una política consecuente para ganar este conflicto. Al igual que otros años, en otros conflictos, levantaron medidas de lucha aisladas, como se vio en las últimas tres semanas del conflicto, quedando como algo normal sólo parar y movilizarse los días que se tratara la ley en la Legislatura. Tampoco convocaron a sus afiliados a plenarios para decidir durante un mes, después de las elecciones de Junta. Estas medidas nos hablan de una gran responsabilidad de la UTE que contra el pedido de unidad de los docentes, no sólo reniega de espacios de decisión unitarios sino que ni siquiera llama a sus afiliados. En este sentido, no podemos decir que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance y aún así perdimos sino que avanzamos lo más que pudimos a pesar de un marco en el cual no había una voluntad clara, de la mayoría de las conducciones sindicales, de luchar.

Otro factor sobresaliente que debemos analizar es que una semana antes de la aprobación del proyecto Pro-Abrevaya se votó el presupuesto 2012 del PRO que incrementa un 33% el subsidio a las escuelas privadas, reduce el presupuesto de infraestructura escolar y recorta en 123 millones el presupuesto de Educación Especial, entre otras cosas. Allí se puso en evidencia la política de gobernabilidad compartida entre Ciudad y Nación. Es llamativo que Tito Nenna, legislador por el FpV y dirigente histórico de UTE, haya votado favorablemente ese presupuesto mientras que la UTE no tomó ninguna medida contundente para que no se aprobara. Creemos que es importante, como parte del balance del proceso de lucha, que empecemos o volvamos a discutir sobre la indispensable independencia política que los trabajadores y los sindicatos necesitamos para defender nuestros derechos, tengamos la orientación política que tengamos.

También debe ser parte de la reflexión la falta de medidas de solidaridad concretas, sobre todo de la central nacional docente de CTERA, que una vez más dejó aislada una lucha docente, como lo hizo anteriormente con los compañeros de Santa Cruz. Si intentamos, nuevamente, corrernos de lo que hace tanto tiempo venimos acostumbrados, podemos pensar que una central nacional de docentes debería, sólo por nombrar lo que nos compete, instrumentar la posibilidad de que se tomen medidas de apoyo con aquellos docentes que están peleando por conseguir o mantener una conquista en su jurisdicción. En nuestro caso la CTERA nos dejó solos en la defensa de los concursos públicos, lo que sumado a la negativa de recibir a los compañeros de Santa Cruz, abre también la discusión acerca del papel que está cumpliendo como central.

Por el contrario, creemos que como sindicato, Ademys, con aciertos y también con errores,  tuvo la voluntad política de darle a las medidas de lucha un carácter continuo y progresivo con la disposición de debatir y resolver todo lo relativo a las medidas de fuerza en las asambleas abiertas en base a los mandatos que surgieran de las escuelas. Este modelo sindical es parte de una construcción que se viene profundizando hace unos años y que tuvo sus altibajos en el transcurso del conflicto. Estamos convencidos de que se podrá consolidar como una alternativa antiburocrática en tanto se sostengan las asambleas masivas y con gran cantidad de mandatos de  las escuelas. Si bien en estos tres meses se avanzó mucho en este sentido, sobre todo con el impulso de las consultas, lamentablemente esto no alcanzó para que la voluntad de los docentes de las escuelas lograra expresarse de una manera tan contundente como para obligar al resto de las conducciones sindicales a llevar adelante las medidas de lucha necesarias para ganar.

Esto puso en evidencia que faltó una ASAMBLEA ÚNICA de toda la docencia de la Capital, con la presencia de todos los sindicatos, para poder resolver de manera democrática y unitaria las medidas de lucha a llevar a cabo. No obstante, a lo largo de todo el conflicto se han dado episodios concretos en los que cientos y hasta miles de docentes se involucraron y participaron incipientemente en asambleas. Creemos que desde Lista de Maestr@s y Profesor@s, y muchos otros agrupamientos, no logramos revertir la tendencia de años en los que a los docentes no sólo no se los convoca para decidir genuinamente el curso de los planes de lucha, sino que se los desalienta a participar y a pelear. Desde nuestro colectivo, y otras organizaciones, no pudimos saldar la falta de participación sistemática en ámbitos comunes que existe, pese a haber impulsado a fondo las asambleas abiertas.

¿Cómo seguimos?

Estos trazos generales nos llevan a la conclusión de la necesidad de seguir construyendo redes organizativas que permitan en próximos conflictos superar el aislamiento sembrado por dirigentes que viven del aparato sindical habiendo abandonado hace añares su lugar de trabajo en las escuelas.

Los esfuerzos de varios para que haya falta de unidad por abajo,  las políticas inconsecuentes de la mayoría de las conducciones sindicales no son algo aislado o accidental: son el producto de una concepción que prioriza la negociación desde los cargos de poder y trata de abortar cualquier proceso participativo que ponga en cuestión sus lugares de dirección. Esas conducciones y esos métodos antiparticipativos, donde 10 secretarios generales deciden sin consultar siquiera a sus propios afiliados, sin llamar a un plenario o a medidas de fuerza en casi un mes, y donde convocan a movilizarse sólo a última hora, ¿serán capaces de derrotar a un gobierno de derecha  que quiere privatizar cada vez más la educación?

Por todo eso creemos que por un lado debemos seguir fortaleciendo las asambleas distritales como organismos de participación, decisión y de ejecución de medidas de lucha. Pero por otro lado, estamos profundamente convencidos de la necesidad de seguir fortaleciendo a Ademys como sindicato, para seguir construyendo un modelo sindical diferente, plural, combativo, autónomo de gobiernos y partidos políticos, y que fundamentalmente lleva adelante, a través de la convocatoria de asambleas abiertas con mandatos de escuelas, la democracia sindical, cuestión clave para que una lucha triunfe y poder superar la falta de unidad de la docencia porteña desde las escuelas.

Pese al duro golpe sufrido por la sanción de la ley, creemos que la lucha y la resistencia siguen, ya que tenemos delante a un gobierno que continuará intentando avanzar en busca de un modelo educativo privatizador, parecido al de Chile.  Es necesario impedir que esta ley votada mediante la acción de patotas y disparos de la Policía se aplique. Debemos continuar la resistencia a la pretensión de avanzar en una evaluación punitiva, controlada políticamente por el gobierno del PRO. Deberemos también prepararnos desde febrero a defender nuestro salario que intentan reducir con acuerdos por debajo de la inflación.
Sólo la organización democrática y masiva de los trabajadores podrá evitarlo. Nos esperan difíciles batallas en un futuro no muy lejano. Y para enfrentarlas, debemos encontrarnos unidos.

Bs As, 7 de diciembre de 2011
        
COLECTIVO LISTA DE MAESTR@S Y PROFESOR@S
http://listademaestros.blogspot.com/