POR QUÉ RECHAZAMOS LA
EVALUACIÓN EXTERNA DEL 25/10
El
Ministerio de Educación dispuso que el 25 de octubre se realice una jornada de
evaluación en las escuelas públicas de la ciudad. Desde Ademys nos oponemos al
tipo de evaluación que llevarán a cabo y proponemos en cambio una jornada de
debate en donde seamos los maestros quienes definamos cuáles son los temas a
discutir para mejorar la educación pública.
* Es externa y centralizada
* Es externa y centralizada
La
evaluación que se propone no parte de las problemáticas y necesidades
específicas de cada escuela. No se elabora desde las instituciones educativas,
sino desde lineamientos generales elaborados por técnicos que no pisan las
escuelas ni conocen sus realidades.
No apunta al
mejoramiento de la enseñanza y del aprendizaje. Por el contrario, busca
argumentos para justificar la implementación de políticas de ajuste. Por ejemplo, no hay ninguna pregunta acerca
de la capacitación en servicio, la superpoblación en las aulas, la suficiencia
de los equipos de orientación ni la cantidad de horas que un/a docente debe
trabajar por su salario. Se los consulta fundamentalmente acerca del ausentismo
docente y los conocimientos y habilidades que tienen los maestros. Se pretende indagar sobre el vínculo con las
familias y con instituciones de todo tipo incluso religiosas.
Consideramos
que de esta manera buscan tomar la palabra de los propios docentes para
reforzar su discurso sobre la necesidad de recortar las licencias y realizar, a
corto plazo, evaluaciones de rendimiento. De hecho, pese a decir que no es una
evaluación de desempeño, en la encuesta a los directivos se pregunta
específicamente sobre la valoración de los logros en las distintas materias de
la escuela. En otro ítem, buscan enfrentar a los docentes con las familias
restando responsabilidad al Estado sobre la situación de la educación.
* Busca naturalizar la evaluación de desempeño desde una instancia política en lugar de los cuerpos de conducción estatutarios
Después
del rechazo que generó en el ámbito educativo el planteo que Bullrich hizo el
año pasado de “evaluación docente atada a salario”, el Gobierno cambió la
herramienta pero la estrategia es la misma: instalar que es el gobierno el que
está facultado para evaluar nuestro desempeño reemplazando la tarea que por
estatuto desarrollan los cuerpos de conducción elegidos por concurso, y con
autonomía de los gobiernos de turno.
Algunos pueden decir que una encuesta es inofensiva, incluso tener la
expectativa de que mediante ésta serán escuchadas nuestras preocupaciones. Sin embargo,
esta encuesta no puede dejar de ser considerada el paso inicial de un proceso
gradual que, al menos en forma pública, el Ministerio no ha descartado: la
evaluación de desempeño docente para definir la carrera, el salario y la
estabilidad laboral, premiando las respuestas esperadas con ascensos y mejoras salariales y poniendo
en peligro la estabilidad laboral de los demás.
* Es parte de las políticas educativas
neoliberales implementadas en otros países
Esta
concepción de Evaluación no es exclusiva de la Ciudad. A principio de año la
presidenta señaló la necesidad de que la evaluación centralizada y externa que
se viene realizando a los alumnos, se extienda a los docentes. Tampoco es
propia de nuestro país, sino que se viene implementando en diversos países de
América Latina y el mundo. Un ejemplo de
esto es que en julio de este año, el Gobierno de Ciudad convocó a un seminario
internacional titulado “La Reforma
educativa y la evaluación de los docentes. Experiencias en contexto
internacional” con presencia de expositores de México, Chile y Estados Unidos.
Estos países son exponentes de un modelo Educativo altamente privatizado
producto de las políticas neoliberales en educación (ver recuadro sobre Chile y
Perú).
* Considera a los docentes simples ejecutores
Este tipo de
evaluaciones no da lugar a que los maestros podamos plantear cuáles son los
verdaderos problemas de las escuelas y del sistema educativo ya que reduce la
participación a responder sobre temas prefijados desde el Ministerio que, a fin
de cuentas, terminan descargando la responsabilidad de la crisis educativa
sobre los docentes.
Asimismo esta
primera etapa refuerza la lógica individual y jerárquica del sistema educativo.
Esto se debe a que nos desconoce como colectivo que viene dando debates y
elaborando propuestas para mejorar la educación pública.
Nuestra
intervención no debe limitarse a una consulta formal y mucho menos a una
encuesta. Por el contrario, sostenemos que los docentes debemos tener una
activa participación en el diagnóstico, elaboración y decisión de las políticas
educativas.
Desde
Ademys proponemos no responder la encuesta del Gobierno y usar la jornada con
suspensión de clases del 25 de octubre para discutir en cada escuela propuestas
que realmente puedan mejorar el sistema educativo.
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RECUADRO 1:
¿Qué pasa en Chile?
Los docentes son evaluados por organismos externos
a la escuela cada cuatro años.
Del resultado de esa evaluación depende el salario
docente y su continuidad en el cargo y en el sistema. Además, el puntaje
obtenido es publicado y este es un factor más para elaborar el ranking de
escuelas según la calidad de sus docentes.
Pasos de la evaluación:
1.
Confección
de una planificación de clase (portafolio)
2.
Filmación
de una hora de clase (40 minutos corridos).
3.
Entrevista-cuestionario
realizada por un par docente que emite opinión sobre el docente evaluado
posteriormente a la entrevista.
4.
Informe
sobre el docente evaluado a cargo del director de la escuela en la que trabaja.
El organismo privado que elabora y efectúa las
evaluaciones docentes le hace una devolución a cada docente evaluado, con su
correspondiente puntuación obtenida, en la cual no figura y no se puede ver qué
es lo que dijo el director o directora del establecimiento (4º paso de la
evaluación).
En los casos en los que los docentes reprueban la
evaluación, tienen que rendirla nuevamente al año siguiente. Y si vuelven a
obtener calificación “insatisfactoria” son
desplazados de sus cargos.
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RECUADRO 2:
¿Qué pasa en Perú?
Para el ingreso a la docencia los docentes deben
rendir un examen público además de contar con la posesión de un título
habilitante.
El examen público tiene dos etapas:
1. La primera a cargo del Ministerio de
Educación para acreditar las capacidades y competencias del docente, a través
de una prueba nacional clasificatoria.
2. La segunda a nivel de institución
educativa entre quienes hayan aprobado la primera etapa. Esta instancia la
realiza un comité de evaluación presidido por un director de institución, el
coordinador académico del área y un representante docente. Participa también un
representante de los padres de familia.
Además, los docentes no tienen aumento salarial
relacionado con la antigüedad. Para lo que aquí sería el cargo de “maestro de
grado” en Perú hay 8 niveles magisteriales con remuneraciones diferenciadas. El
gobierno nacional fija el salario básico del nivel I y luego depende de cada
docente capacitarse y concursar para calificar en un nivel de mayor
remuneración.
Los concursos para ascenso de nivel magisterial
tienen un formato similar al de ingreso. Se debe rendir una evaluación escrita
y, si ésta es aprobada, se pasa a la etapa de concurso público ante un comité
evaluador.
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En ambos casos podemos ver que…
... se utiliza la
evaluación docente de forma punitiva o meritocrática sin apuntar a la
capacitación docente.
… si bien los marcos
teóricos de ambos proyectos de evaluación docente plantean la aplicación de
evaluaciones docentes con el fin de mejorar la calidad educativa, éstos modos
de implementación no demuestran ese objetivo.
… se intenta
culpabilizar a la docencia del fracaso escolar y no se profundiza en los
problemas del sistema educativo en su conjunto y de las políticas educativas
neoliberales y privatistas que se vienen implementando hace años.
… queda claramente
expresado que no se busca atender a las necesidades reales de las instituciones
educativas.
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