Seamos claros
Ante
los hechos y declaraciones que se suscitaron durante y posteriormente a la
asamblea del 6/11 en nuestro sindicato, que tuvo como tema la incorporación de
Ademys a una Federación Nacional Docente, nos expresamos en favor de la
democracia sindical, la participación real de las bases y la defensa de la
independencia política en Ademys.
La necesidad de una articulación
nacional para la lucha
Desde
Lista de Maestr@s y Profesor@s somos conscientes de la necesidad de articular
con sindicatos de otras jurisdicciones la lucha reivindicativa en un contexto
de creciente ajuste y precarización que pagamos los trabajadores y el pueblo
pobre en su conjunto; articulación que dotaría de carácter nacional a las
luchas de los trabajadores docentes. Somos conscientes del derecho que tenemos
quienes no estamos contenidos en una entidad de 2º grado a poder estarlo. Y
somos consecuentes en la búsqueda de dicha unidad en la acción: bastan como
ejemplos la solidaridad expresada en las pasadas luchas docentes en Santa Cruz
y en Neuquén; como así también la unidad y solidaridad con otros sectores de la
clase trabajadora. Por esto entendemos que la unidad, ésa que la actual
conducción oficialista de CTERA sabotea, debe ser el producto de articulaciones
y militancia desde las bases -como las mencionadas-, de experiencias concretas
que devengan en lazos fuertes de construcción para recorrer un camino de
lucha. Entendemos que esta es la única manera de que la tan preciada
unidad de los trabajadores se concretice. No creemos viable que una
dirigencia, por más buena voluntad que tenga, pueda decretar una unidad desde
arriba.
Cuando
se propuso la formación de una federación, celebramos la iniciativa, pero
entendiendo que esa declaración no sería nada más que el principio de debates y
articulaciones que debían llevar tiempo. Hoy, cuando la Federación Docente
ya está “constituida” de hecho (cosa que se ve expresada en la convocatoria al
paro del 20 de noviembre, en el temario del llamado a la asamblea del 6/11:
“Incorporación de Ademys a la Federación Docente Nacional” y así también
en el Ademys Informa del 7/11 donde se deja de manifiesto que “Ademys ingresa a
la federación docente nacional”, además de las sucesivas publicaciones que
anuncian esto, inclusive manipulando los resultados de la votación, en
materiales de "Alternativa Docente"), sostenemos que ésta no es la
entidad que garantizará la herramienta de unidad que los trabajadores
necesitamos dado que va en sentido contrario a la promoción de la participación
de las bases. Discutimos esto hacia el interior de Ademys, resaltando
nuestra preocupación por cuidar las asambleas, las construcciones con los
compañeros de base, la necesidad de tomarnos más tiempo para instalar el tema y
crear una federación con representación real. Como respuesta, no obtuvimos
otra cosa que apuros en los tiempos de decisión, poca claridad en relación a
los demás sindicatos que formarían la federación, como es el polémico intento
de incorporar a la entidad a ATE, y una insistencia que dejaba en claro que
Ademys debía estar en la federación a como diera lugar. Fuimos parte de
una asamblea de afiliados el día que se "aprobó" el ingreso de Ademys
a la federación, aun habiéndose incumplido la votación por las dos terceras
partes como lo requiere el estatuto del sindicato en su Art. 40. Como es
sabido, votamos a favor de la incorporación a la Federación en calidad de
observadores, para ser parte de la misma si, y sólo si, se respetan los
principios democráticos que deben cimentar una entidad que aspira a organizar a
la docencia que no tiene representación en otras entidades de este
tipo. Para nuestra sorpresa, muchos de los presentes no advirtieron -o no
quisieron advertir- el incumplimiento del Art. 40. Señalamos tal
incumplimiento como parte de la defensa del estatuto que garantiza la
democracia; como parte de defender la construcción de un sindicato que respeta
los consensos de los trabajadores para avanzar desde allí dando pasos firmes
sobre la base de la democracia sindical. No entendemos las asambleas en
términos de “ganar” o “perder” a cualquier costo, es por eso que señalar este
incumplimiento fue producto de advertir el fraude al que nos estaban sometiendo
al conjunto de los trabajadores en Ademys, y no un despecho
infantil. Respetar los acuerdos y documentos de los trabajadores es
defender los intereses de la clase, eso es lo único que nos motiva.
Por
si esto fuera poco, días después de la asamblea, se pasó a la redacción de las
actas correspondientes, donde los compañeros secretarios de actas -elegidos en
dicha asamblea- fueron instados a redactar no una crónica de lo sucedido en la
misma sino una lectura parcial de los hechos a gusto de la Lista
Violeta. Ante nuestro argumento de que las actas deben reflejar lo
producido en la asamblea sin valoraciones subjetivas y de que debíamos dejar
asentado el comentario del compañero de Lista de Maestr@s y Profesor@s sobre el
Art. 40 hacia el final de la asamblea, los que bregamos por la transparencia y
la democracia en los ámbitos de participación y decisión de los trabajadores
nos vimos en la situación de tener que tolerar que se desvalorizara verbalmente
nuestro estatuto; es decir, el estatuto de todos los docentes que integramos Ademys. También se nos remarcó,
intentando disuadirnos, que en realidad, la asamblea había votado a favor de
ser parte de la elaboración del estatuto de la Federación y no el ingreso a la
Federación misma, ya que ésta aún no estaba constituida. Falacia que al menos
se da contra las públicas declaraciones que mencionamos unos párrafos más
arriba. Sumado a esto, nos sorprende la enfática contradicción de la Lista
Violeta que en su nuevo comunicado del día 20 de noviembre afirma que “Lo
que se votó es la voluntad de participar activamente e incorporarse a la
conformación de la Federación docente”, es decir, que la incorporación
agitada por la Violeta días antes no sería tal, sino sólo una expresión de
“voluntad”.
Ante
la firme decisión por parte de los compañeros secretarios de actas de nuestra
agrupación y de Tribuna Docente de no modificar el acta, compañeros de la Lista
Violeta realizaron otra acta -la cual fue elaborada a espaldas de los
secretarios- e intentaron presentarla ante el Ministerio de Trabajo, sin las
firmas correspondientes. Entendemos que fraguar un acta no es la forma de
resolver los problemas de los trabajadores. Presionar a los secretarios de
actas elegidos en la asamblea para que modifiquen las actas no es una manera
democrática y honesta de defender los intereses de los trabajadores. Por esto
mismo, y ante los dichos de la Lista Violeta, sostenemos que no es
“oportunista” reafirmar la verdad. No sólo hablamos del incumplimiento de un
artículo del estatuto, lo que ya es grave, sino de hasta qué tipo de prácticas
llegan compañeros para imponer sus propias decisiones al conjunto del
sindicato.
La Federación que puede servir a la docencia (y la que no)
Según nuestro parecer, una Federación docente nacional que junte a los sindicatos que están por fuera de la CTERA, puede ser el puntapié para avanzar en la coordinación de las luchas, y aportar además la posibilidad de unificar medidas y reclamos con las seccionales combativas y opositoras de CTERA. Una Federación formada por sindicatos docentes de base, con congresales elegidos en asambleas, con participación de las minorías, que pueda coordinar con demás sindicatos provinciales que defiendan los intereses de los trabajadores, que sea fruto de un recorrido y acuerdos comunes, potencialmente podría aportar para solucionar el problema de la fragmentación a la que nos someten los gobiernos y la dirección de CTERA de que cada provincia y sus entidades provinciales correspondientes salgan a pelear solas sin coordinar con otras jurisdicciones y sin apoyo nacional. Sin embargo, la Federación Nacional que se está armando se conforma de arriba para abajo, con la misma participación de sindicatos de base que de agrupaciones docentes, promoviendo la afiliación directa, etc.
Objetamos
la integración de agrupaciones partidarias en carácter de afiliados plenos a la
federación pues consideramos que vicia su institucionalidad. Estamos por el
derecho a la expresión política de todos los afiliados, como corrientes
internas de opinión, pero afirmamos que el reconocimiento de la Agrupación Alternativa Docente (o las que se presentaren
a futuro), como ente afiliador a nivel nacional es un despropósito que
tergiversa la democracia de la futura federación. Consideramos que aquellos
docentes que no tienen sindicatos de la federación en su jurisdicción,
podrán adherir a las medidas o propuestas de la federación, que es entidad de
segundo grado, pero no podrán pesar en sus decisiones como afiliado
directo y esto por una cuestión democrática: un sindicato es una herramienta
para la lucha por reivindicaciones frente a una patronal o gobierno. Se
requieren espacios unitarios de la clase para votar las medidas de fuerza
o el programa que habrán de afectarnos en nuestra relación con la patronal, en
este caso el estado. El reconocimiento de una agrupación política nacional
podría imponer a otros trabajadores resoluciones que, sin embargo, esa
agrupación no es capaz de garantizar en ninguna jurisdicción por mayoría
efectiva de trabajadores.
También
hemos reclamado la apertura de un proceso de intercambio de debates y
propuestas de todas las entidades en todos los sindicatos para que el proceso
de federarse sea una construcción colectiva y no un mero acuerdo de dirigentes.
Asimismo hemos planteado la necesidad de la transparencia en los padrones para
que la representación sea proporcional a afiliados cotizantes fehacientes de
modo de sentar bases sólidas y fraternas de construcción.
Estamos
a favor de tomar los principios de la fundación de CTERA de Huerta Grande de
1973, como plataforma fundacional, especialmente en defensa de la educación
pública, la responsabilidad del estado en su financiamiento y por ende, en
contra de los subsidios a las escuelas privadas. A favor de recuperar el
reclamo para que las instituciones privadas no puedan otorgar títulos, sino que
deban ser validados en instituciones públicas (Art. 3 de CTERA, 1973).
Hemos
manifestado que la futura entidad debería mantener las líneas centrales de su
estatuto fundacional, derogado por la actual conducción Celeste de CTERA, luego
de la derrota del maestrazo en el 88. Centralmente, que las medidas de acción
directa y los pliegos reivindicativos se decidan con delegados con mandato de
asamblea de base, convocada al efecto, tanto para convocarlas como para
cesarlas. A que sus órganos de conducción se elijan por sistema de representación
proporcional D´Hondt para garantizar la diversidad de opiniones.
Aspiramos
a que una federación de tales características pueda ser un polo de atracción a
numerosas entidades de base de CTERA. Tal federación podrá contribuir al
fortalecimiento de conducciones jurisdiccionales como el actual caso de
ATEN-Neuquén que comparten este programa, con las que la federación podrá
coordinar acciones unitarias.
Nuestra relación con la Lista Violeta de Ademys
Desde Lista de Maestr@s y Profesor@s hemos realizado un recorrido de construcción del sindicato que compartimos durante un tiempo con compañeros de la Lista Violeta. Nos unían acuerdos sobre la necesidad de desarrollar un sindicalismo con principios democráticos que defendiera los intereses de nuestra clase. Sin embargo, hace largo tiempo que nuestros caminos van claramente en distintas direcciones.
La situación actual no es sólo una muestra de asperezas finas entre las dos agrupaciones. Sino que demuestra un cambio cualitativo y algo que de ninguna manera podemos dejar pasar. Intentamos siempre construir un sindicato participativo y en diálogo con los compañeros de la Lista Violeta, pero las decisiones que fuimos tomando, reflejo de posiciones políticas en relación a qué tipo de sindicato queremos, nos distancian cada vez más.
Por
todo esto, sostenemos que esta Federación va en el camino contrario a ser una
herramienta genuina de organización de los trabajadores para la defensa de sus
intereses. El apuro por la pronta incorporación de Ademys a la misma nos
muestra que esta Federación responde a los intereses de un armado político, que
lejos está de ser la que constituya ese polo de unidad en la lucha que agrupe a
nivel nacional a los sindicatos que no estamos en CTERA. La Federación Nacional
Docente no transitó las instancias que creemos habrían permitido una
construcción de unidad real.
La
falta de resolución favorable al ingreso de Ademys al actual proyecto de
federación en la asamblea del 6 de noviembre, ha conducido a la Lista Violeta,
hoy mayoritaria en su consejo directivo, a tomar medidas incorrectas, como es
su desconocimiento queriendo forzar un ingreso que no tiene aval ni siquiera
por mayoría simple de sus afiliados.
Porque
vamos a seguir peleando por construir un sindicato democrático, convocamos a
todos los afiliados a defender nuestro estatuto, nuestra organización, nuestra
lucha. No dejemos que nuestro sindicato deje de tener el sello de
participación y democracia que ha sabido defender a través de los años.
Colectivo Lista de Maestr@s y Profesor@s