¿Cuál es el límite?
Ante la campaña de disciplinamiento del gobierno de la ciudad, que cierra grados, promueve la delación en las escuelas y separa de sus cargos a los docentes que le dan pelea.
No es novedad que el Gobierno de Macri ponga en práctica viejas y no tan viejas recetas que atentan directamente contra la educación pública. Todo un paquete de medidas que incluye el intento de cerrar 221 grados y cursos este año, y la derogación de las Juntas de Clasificación, por mencionar algunas, bastan para dar cuenta de esto. Pero no queremos pasar por alto, la reciente creación de un 0800 para denunciar docentes, ni dejar de recordar el ataque que recibimos por una patota el año pasado cuando nos movilizamos a la Legislatura para que no cerraran las Juntas, ni podemos olvidar el proceso de judicialización que llevan adelante contra algunos miembros del Consejo Directivo de Ademys que acompañaron una protesta en el Ministerio donde los alumnos del Colegio 13 reclamaron la reapertura de los dos cursos que les cerraron, ni obviar tampoco el sumario que iniciaron y perdieron contra los miembros de Junta que defendieron el concurso de 88 cargos en 2009.
Si pudiéramos, parar la pelota y proyectar cuál será el desenlace de la política del PRO, sin caer en un análisis catastrófico ni mucho menos, veríamos que la escuela pública tal cual la conocemos y la vivenciamos día a día (con su problemas y sus alegrías) no será la misma. El carácter público de la educación pierde en la Ciudad terreno ante el hecho objetivo de su desmantelamiento, que el macrismo está impulsando sin descanso. Pero la dinámica de la realidad no nos permite sacar conclusiones y esperar y quedarnos quietos. Nos involucra día a día, en una pelea cuerpo a cuerpo por nuestra escuela. Y requiere que actuemos antes de que sea demasiado tarde.
La disposición del ministro Bullrich de separar del cargo a los seis docentes de la Escuela nº 3 D.E. 18º “Monte Castro” debido a que en marzo los docentes realizaron un teatralización para exponer, difundir y explicar por qué el gobierno decidía borrar de un plumazo la existencia de cientos de grados en la Ciudad, no merece otra reacción que un profundo rechazo de nuestra parte. ¿Acaso debemos esperar a que nos vengan a cerrar nuestra propia escuela para decir algo, salir a la calle, manifestar la bronca? ¿Acaso la opinión de los docentes y de las familias y alumnos de una escuela debe estar alineada con un pensamiento que atenta contra sus propio intereses? Como nos preguntábamos en el título: el límite de esta cuestión, consideramos, no pasa por la teatralización como se ha hecho énfasis desde distintos ámbitos de opinión, ni en un “exceso” de disciplina por parte del gobierno. El problema radica en la abierta campaña de disciplinamiento sobre los docentes y demás actores de la escuela pública; el límite es perder la escuela tal cual la conocemos, la posibilidad que nos brinda y que brindamos cotidianamente de expresar en ella diversos discursos, potenciando siempre este lugar como un ámbito democrático, sin dogmatismos, afianzando su carácter científico, público y apuntando a que la sociedad no reproduzca el individualismo, la discriminación y la indiferencia ante las desigualdades.
Los docentes de la Ciudad tenemos la posibilidad de manifestarnos en las calles nuevamente este viernes 31/8. Manifestar y declarar sin miedo que no queremos ser perseguidos, que no queremos que destruyan la educación pública. Está abierta la oportunidad de marcar el límite, sabiendo que con un paro no alcanza, pero que sin la posibilidad de salir a las calles masivamente, tampoco.
Por todo esto PARAMOS EL 31/8 Y NOS MOVILIZAMOS (Chacabuco y Av. De Mayo a las 11 hs) A LA JEFATURA DE GOBIERNO.
PARA FRENAR LA DESTRUCCIÓN DE LA ESCUELA PÚBLICA Y LA CAMPAÑA DE DISCIPLINAMIENTO DEL GOBIERNO, LLAMAMOS A CONSTRUIR Y DECIDIR EN UNA ASAMBLEA ABIERTA EL 31/8 LA CONTINUIDAD DE LAS MEDIDAS
PARA NO QUEDARNOS QUIETOS Y QUE EL LÍMITE LO PONGA EL PRO, SALGAMOS A PELEAR POR LA ESCUELA PÚBLICA.
Colectivo Lista de Maestr@s y Profesor@s