Hay que parar a Macri (febrero 2010)

Hay que parar a Macri (febrero 2010)

Se iniciaría el ciclo lectivo en menos de dos semanas y las condiciones laborales de los docentes están, como desde hace años, postergadas en todo el país. La inminencia de un nuevo conflicto docente de escala nacional nos prepara para otro año de lucha. En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires se suma a esta situación la política del PRO que culminó el 2009 poniendo al frente del Ministerio de Educación a un probado fachista como Abel Posse que, gracias a su “honestidad brutal”, fue repudiado por una amplia cantidad de docentes, sectores gremiales, estudiantiles, del medio artístico y periodístico. Estas pruebas de laboratorio nazi se están haciendo costumbre en la Capital. Parecería ser que no hay facho que no vaya a ocupar un puesto en el gobierno. Ya pasó el “Fino” Palacios, Ciro James, y ahora tenemos al management boy de Esteban Bulrich que se rodea de asesores como Pablo Walter, ex-legislador en el partido del genocida Bussi. Así estamos.


En otro orden de cosas, durante el concurso de ingresos realizado en el diciembre de 2009, gracias a una denuncia de los compañeros de la Junta de Clasificación nos enteramos de un nuevo chanchullo marca Macri: 82 cargos de escuelas primarias querían ser retirados de dicho concurso cuando éste ya estaba en proceso de ser implementado. Es decir, que el Ministerio de Educación quería infligir nuestro estatuto negándonos la posibilidad de concursar por esos cargos y aprovechar esta maniobra para, en breve, cerrar 82 grados; es decir, el equivalente a 10 escuelas menos. Pero esta iniciativa tuvo una férrea oposición por parte de los docentes, y la Junta de Clasificación, a pesar de las amenazas de sumario a sus integrantes, presentó los cargos que fueron elegidos de manera transparente en el acto público realizado en la última semana de diciembre.


Esta situación nos debe poner en alerta. Hay 82 compañeros que tomaron la decisión de titularizar y además de defender en ese mismo acto un puesto de trabajo amenazado por el cierre. Que Macri maneja la Ciudad como su empresa no es ninguna novedad. Pero tampoco es llamativo que en la docencia encuentre una resistencia cada vez más homogénea. Seguimos siendo los docentes que de la escuela pública los que junto a nuestros alumnos y a la comunidad vemos cómo se precariza el único sistema gratuito y laico de educación. Vale repetir que mientras las cooperadoras escolares ven cómo los subsidios no llegan, mientras las viandas de alimentos de los inescrupulosos concesionarios son cada vez más chatarra, mientras la ausencia histórica de personal en los gabinetes o programas orientados al apoyo psicológico es cada vez más apremiante, LAS ESCUELAS PRIVADAS RECIBEN UNA CIFRA MILLONARIA DE AUMENTO QUE EL ESTADO GIRA EN DETRIMENTO DE LA ESCUELA PÚBLICA Y DE LA POBLACIÓN MÁS NECESITADA.


En la Ciudad de Buenos Aires desde hace décadas se viene sucediendo un cambio significativo en la escolarización de nuestros niños. Con la siempre interesada asistencia de los organismos internacionales, que facilitaron medios intelectuales y materiales para las reiteradas reformas educativas, la educación ha sido junto a la salud otro importante blanco de una omnímoda privatización de la vida pública. Más de la mitad de los establecimientos educativos de la Ciudad, en la actualidad, son privados. Las últimas dos leyes (Ley Federal de Educación y Ley Nacional) propiciaron el terreno para que en la práctica se homologaran dos sistemas contrapuestos: el público y el privado. Asignándole a este último una importancia jerárquica mayor, se ha ido descuidando y atacando la estructura de la escuela pública desde la formación docente, hasta el ingreso y la situación laboral (pago en término, salarios magros) de los maestros.
Esta situación debe ser tomada en cuenta, difundida y discutida por todos los sectores docentes, con la comunidad de padres y alumnos; si no comprendemos y actuamos en consecuencia sobre este aspecto político del conflicto nuestras soluciones a la crisis que atraviesa la escuela serán provisorias y superficiales.

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No al cierre de grados -
82 cargos menos son 10 escuelas menos -
Basta de subsidios a las privadas -
Aumento salarial igual a la canasta básica.

Colectivo Lista de Maestr@s en Ademys