La NES y las jornadas del 6 de junio


Este fin de semana comenzaron a circular entre los docentes los documentos[1] que elaboró el Ministerio para las próximas jornadas. Luego de dos jornadas vacías de contenidos significativos para pensar la reforma y una tercera en donde bajaron (algunas horas antes del comienzo de la misma) las diez orientaciones propuestas, el 6 de junio tendrá lugar la cuarta jornada, en la que las instituciones tendrían que “elegir” las orientaciones que considerasen convenientes. Sin embargo, esta vez el ministerio aclara que para las escuelas que necesiten más tiempo “el período para la selección de orientaciones se extiende al 5 de julio.” [2] Días más, días menos, evidentemente, este extensión en el plazo no viene a resolver la cuestión fundamental: la implementación de una reforma que se elabora de manera poco democrática con jornadas que se limitan a contarnos lo que hacen otros sin importarles lo que pensamos nosotros. Una reforma que reconoce un problema (“cuatro de cada diez inscriptos en el primer año de estudios de una escuela llegan al último año de esta formación[3]), pero no llega a comprender las causas que lo producen ni a proponer las soluciones correctas para solucionarlo.

 El monstruo de la reforma NES

Los docentes somos conscientes de los múltiples problemas que tiene hoy la escuela secundaria. La mayoría de nosotros debatimos permanentemente acerca de los problemas de infraestructura, de recursos, de condiciones de trabajo y de estudio, acerca de los problemas sociales de nuestros estudiantes y sus familias, las causas de la deserción escolar, de nuestros bajos salarios, de las escuelas que faltan, de los subsidios a la educación privada, de la cantidad de cierres de grados y cursos de la escuela pública que hizo este gobierno y los anteriores, de la falta de presupuesto para la educación pública, etc. Conocemos las estadísticas que miden la pobreza, el desempleo, el trabajo precario, la falta de viviendas y la relación entre la canasta básica y el salario. Sabemos que allí radican, en lo sustancial, las causas profundas de los problemas en el aprendizaje y la deserción escolar.
Pero la obligatoriedad de la implementación de esta reforma nos puso a los docentes de la ciudad de Buenos Aires, como a los del resto del país, a debatir acerca de cuál debe ser la función de la escuela secundaria hoy, qué formación debe brindar a los estudiantes, con qué perspectivas ideológicas, para qué sociedad. El problema es en qué medida se desarrolla la aplicación de esta reforma como resultado de un debate profundo, democrático, que apunte a lograr una síntesis de las distintas perspectivas que tenemos los docentes y la comunidad educativa para efectivamente resolver los problemas que la escuela secundaria tiene hoy, o si por el contrario, la aplicación de esta reforma viene a agravar los problemas existentes. El problema es, por paradójico que suene, que son los responsables del problema los que se creen capacitados para otorgar la solución, sin escuchar a las escuelas, sin tomar sus propuestas, sin atender a sus reflexiones.
En este contexto, nos están presionando para elegir las orientaciones y por eso creemos que es necesario reflexionar una vez más acerca de las implicancias de esta elección y el impacto que tendría, en términos pedagógicos y laborales. ¿Se está planteando verdaderamente algo mejor a lo que ya tenemos?

Los criterios, las orientaciones y las jornadas del 6.


La reforma impacta de manera desigual según las orientaciones y modalidades existentes en la actualidad. 
Estas últimas semanas se realizaron muchas reuniones inter-escuelas según la modalidad y en general el balance es negativo. Los criterios que nos proponen los documentos del Ministerio para ir eligiendo las orientaciones durante las jornadas del 6 de junio son irrisorios. El primero es la Tradición de la Escuela, cuando son ellos mismos los que buscan impedir que continúen existiendo numerosas  orientaciones que son parte de las tradiciones escolares. ¿Hay algo más tradicional para una Escuela Normal que la formación de docentes?
El caso de las Escuelas Normales muestra lo perverso del mecanismo en relación a la elección de las orientaciones: el Consejo Federal de Educación limita en diez el número de orientaciones; entre ellas aparece contemplada, por ejemplo, la presencia de Turismo pero no el Pedagógico o el Físico-Matemático. Guías turísticos sí, docentes y físicos no. El Ministerio de Educación porteño dice desde el año pasado que elevó un pedido al Ministerio de Educación de la Nación[4] para que esas orientaciones sean incluidas. Mientras uno no contesta y el otro no insiste, a nosotros nos empiezan a poner fecha límite para la elección de orientaciones. Pero también están los casos en que la orientación propuesta tiene un nombre similar a una que existe actualmente pero con contenido diferente. ¿Son mejores las nuevas cajas curriculares con sus nuevas materias, su nueva carga horaria y su posibilidad de elegir la orientación a los 14 años?  ¿Va a ser esta equiparación en contenidos entre las diversas escuelas un paso adelante? Según analizan los docentes de las escuelas, además de que muchas de las orientaciones no contemplan las existentes, se presentan críticas significativas, y no sólo detalles puntuales, a las diversas propuestas en el sentido de que sus materias y contenidos no apuntarían a mejorar lo existente. De la comparación entre lo que hay y lo que proponen hay que sacar las conclusiones: no siempre lo nuevo tiende a ser lo mejor.
Se sostiene que la finalidad es educar para la ciudadanía pero, en general, las cajas curriculares propuestas recortan horas en Ciencias Sociales; sobre todo en los últimos años, cuando los estudiantes se encuentran en mejores condiciones de apropiarse críticamente de esos contenidos y cuando, además, cumplen la edad que les permite votar. Hasta la orientación Ciencias Sociales y Humanidades propuesta tienen menos horas de Historia que cualquier orientación actual de una Escuela Normal. Afirman que de lo que se trata es prepararlos para la continuación de los estudios pero, por la especialización que proponen, esto dependerá de que la elección de la orientación por parte de un estudiante de 14 años (o la que le toque en suerte) sea totalmente coincidente con la que va a escoger cuatro años después si es que quiere ir a una Universidad o Instituto Superior. Plantean pasantías para prepararlos para el mundo del trabajo cuando en realidad, la experiencia en colegios técnicos lo ha comprobado, es un tiempo que pierden en beneficio del dueño del lugar en donde se realizan.  La experiencia necesaria para el trabajo puede darse a través de talleres en la propia escuela. La idea detrás de la pasantía en empresas es acostumbrar a los estudiantes a seguir las normas y reglas de las empresas, es decir a ser un “buen” trabajador, a adaptarse a las necesidades del mercado y no a pensar nuevas formas de relaciones laborales.
El segundo criterio es Preferencia de la comunidad educativa. Apelan a un discurso democratizador cuando en realidad no están planteados mecanismos de votación ni para que la opinión de todos se haga valer ni tampoco contemplan que lo que puede llegar a ser de nuestra preferencia es la orientación existente y no las que nos ofrecen. Además, el formulario de devolución (documento N°6) solicita que aparezcan las orientaciones que se eligen y eso se entrega a Supervisión con la mera firma de “un miembro del Equipo de Conducción”.
El tercer criterio son los Factores de contexto. Allí, en lugar de analizar cuántas orientaciones existen por distrito escolar o región, para garantizar una real oferta educativa amplia a partir de una planificación centralizada, nos preguntan qué instituciones de nivel superior, empresas, cooperativas y organizaciones de la Sociedad Civil se encuentran ubicadas en las cercanías de la escuela. Y agregan: “¿Existen actualmente vínculos con estas organizaciones? ¿De qué modo se podrían fomentar?”. La escuela tiene que ser, indudablemente, parte de la comunidad que la rodea. El problema es cómo se desarrolla esa vinculación, con qué perspectiva, y desde qué política se promueve. ¿La cercanía de una escuela con una empresa privada sería útil porque los estudiantes podrían ir a trabajar allí como mano de obra barata bajo la forma de “pasantías”? ¿Los estudiantes de la Escuela de Bellas Artes "Rogelio Yrurtia" deberían ir a hacer un mural al “Instituto Superior de Seguridad Pública” donde se forma la Policía Metropolitana que reprimió a los trabajadores y pacientes del Borda? Dentro de este criterio, muestran también un mapa con diferentes “polos” de la ciudad y preguntan: “¿se encuentra la escuela dentro de uno de ellos? ¿Consideran que adecuar la orientación de la escuela a estas características puede favorecer a los estudiantes en su elección vocacional y/o inserción laboral?” ¿Qué tendría que contestar los estudiantes de Villa Soldati de la EMEM N° 2 que se encuentra a unas pocas cuadras del “polo” centro de transferencia de cargas[5]? ¿Qué más que en cargar y descargar mercaderías están interesados en comunicar desde su escuela de comunicación social cómo es posible que esas tierras se hayan cedido a un grupo empresario y no se hayan destinado a la construcción de viviendas populares?
El cuatro criterio es el Cuerpo docente. En este punto se nos pregunta: “¿Qué orientación beneficiaría a mayor cantidad de docentes en cuanto a su posibilidad de continuar a cargo de las materias existentes en los planes vigentes o de asignaturas afines previstas en las nuevas orientaciones?” ¿Les suena esta pregunta? ¿No tiene que ver acaso con el argumento por excelencia de los que están a favor de esta reforma que gustan decirnos que nadie va a perder la estabilidad laboral[6]? Si nadie la va a perder, ¿qué sentido tiene preguntarnos esto? ¿Cómo se ve, profe de Geografía, dando “Partículas, energía y cosmología”? ¿Y usted, profe de Historia, no me diga que no se muere de ganas de dar “Química, alimentación y salud”? En fin, ¿qué profesor de Música nunca soñó con enseñar “Comunicación, radiación, universo y vida”?[7] ¿Que no están preparados? Bueno, no hay nada que un curso de reconversión no pueda lograr ¿Que usted no se formó para ser reconvertido y qué no está de acuerdo con el cambio de materias? Bueno, quizás se pueda reubicar sus funciones ya que tiene Profesor por Cargo ¿Me dice que a su escuela todavía no llegó la implementación del Profesor por cargo? ¡Ya sé!, ¡no se preocupen!, ¡están las opciones institucionales para meter a todos los que se quedan afuera! Ah, claro, son sólo dos horas y no alcanzan para todos. Además no se sabe cómo se las va a elegir y encima son a término[8] ¡y ustedes siguen con esa rara obsesión de tener un trabajo estable! A ver… Bueno, todavía tiene la opción de pasar a disponibilidad junto a otros tantos cientos docentes al mismo tiempo. No se queje, que total tiene dos años para estar disponible antes de que pierda el trabajo. ¿Ah no? ¿Que disminuyó la cantidad de años cuando se aprobó la “ley Abrevaya” que modificó las juntas de clasificación docente que ustedes defendían tanto? Bueno, ¡qué se le va a hacer! Tendría que haber estudiado para bibliotecario o anotarse para preceptor que no van a tener tantos problemas. ¿Cómo? ¿Qué ahora van a tener séptima todos los días y no van a poder llegar al trabajo de turno tarde? Lo dejan y listo. Mejor para ellos. No me va a decir ahora que trabajan doble turno porque un solo salario no alcanza, ¿no?...
El quinto criterio es el de Recursos disponibles. No perdamos la oportunidad para decirles todo lo que nos falta en la escuela. Desde papel higiénico hasta una sala de video pasando por esa viga en el techo que en cualquier momento viene a recordarnos la ley de gravedad. Es el momento para recordarles que un relevamiento serio de las condiciones materiales tendría que haber sido el primer paso y que colegios en buenas condiciones son fundamentales si es que después se quiere mejorar la educación. Con el aumento de horas ¿cómo se van a limpiar todas las aulas en 20 minutos?, ¿qué va a pasar con las escuelas que deben compartir edificios? Difícil, ¿no?
El sexto y último poco criterioso criterio es Distribución de la oferta de nivel secundario en la ciudad. Nos piden que reflexionemos: “¿Qué otras escuelas secundarias se encuentran ubicadas en el mismo barrio, distrito o comuna? ¿Qué orientación ofrecen? Fácil, ¿no? Siga pensando o vaya a Google si es que en su escuela esos aparatitos que colocaron hace dos años en todas las aulas alguna vez empezaron a funcionar. Mientras tanto, en el Ministerio ya están viendo qué escuela va a tener cada orientación…¿o van a dejar que todas las escuelas elijan lo que ellas quieran ser sin tener en cuenta el contexto del distrito? ¿Qué va a pasar si se elige mucho una orientación y poco otra? Elegía toda la comunidad educativa ¿no? ¿O lo hará sólo el director? ¿Y si tal vez sólo dependa del Ministerio? ¿Tan mal está la actual distribución de orientaciones? ¿Viene esta reforma a mejorar las cosas?...
A todo lo dicho se suma en el documento N°3 la amenaza del decreto 1990/97 que permite el cierre de cursos. Todos sabemos que la quita del subsidio del Estado a los colegios privados significaría un aumento de matrícula significativo en los colegios públicos que se ven afectado por ese decreto que debe ser derogado. Por otra parte, es llamativo cómo en las preguntas frecuentes los colegios privados no tienen todavía (¿los tendrán?) criterios para la opción institucional[9] ni límites para elegir orientación[10].

En síntesis


No hay dudas en que es posible mejorar la escuela secundaria. ¿Que hay cosas para cambiar, por ejemplo, en los planes de estudio? Seguro. De hecho en los últimos años se cambiaron los contenidos mínimos de algunas materias con el fin de actualizarlos. Pero tal como está planteada, la reforma que propone la nueva escuela secundaria no contempla la realidad social sobre la que quiere intervenir, no es positiva en términos pedagógicos para la mayoría de las escuelas y precariza nuestro trabajo docente. Es una reforma curricular que no viene a mejorar la educación existente en la medida en que recorta orientaciones o que les pone un nombre similar alterando, para mal, el contenido de las materias y su carga horaria.
El debate abierto debe servir para que los docentes podamos expresarnos sin resignarnos a lo que se nos impone, elaborando cuestionamientos y propuestas de cara a los padres, estudiantes y compañeros de escuelas. Sin embargo, muchos de los debates se desarrollan de manera aislada y cada escuela se apresta a buscar soluciones individuales para “su” problema. Como han hecho los docentes de normales y de comunicación en asambleas autoconvocadas específicas de su orientación, sigamos avanzando en la organización de las escuelas para dar la discusión de conjunto, vinculándonos por especialidades y orientaciones pero también por regiones, a fin de rechazar esta reforma que se presenta como regresiva de cara a la educación que pretendemos para nuestra sociedad a la vez que contraponemos las propuestas que surjan de nuestro análisis colectivo.
  
Lista de Maestros y Profesores
en Ademys
4/06/2013


[1] Acá están los documentos: http://www.buenosaires.gob.ar/areas/educacion/nes/faq.pdf También circuló una lista de “Preguntas Frecuentes”  (http://www.buenosaires.gob.ar/areas/educacion/nes/faq.pdf) y una carta de la Directora de Planeamiento Educativo.
[2] Para no perder la incoherencia que los caracteriza en términos generales, el documento N°5 de estas jornadas plantea otra fecha distinta para decidir la orientación: “Cabe mencionar que existe la posibilidad que la comunidad educativa no llegue a un acuerdo respecto de la orientación a escoger. En ese caso, se sugiere discutir qué información adicional o ayuda específica requiere la escuela por parte del Ministerio de Educación para tomar la decisión que deberá ser elevada a la Dirección del Área a través de la Supervisión correspondiente el día 28 de junio de 2013 a más tardar.”
[3] Ver pregunta frecuente N°4
[4] Ver pregunta frecuente N°13
[5] Este “polo” que se anuncia en los documentos para discutir la NES fue posible gracias a un acuerdo del PRO y el FPV en la legislatura porteña en diciembre del año pasado. Allí se cedieron (sin pago de alquiler y con exenciones impositivas) por treinta años, 37,5 hectáreas a la empresa CTC Administradora S.A. Beneficiando así a la  Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas, que obtuvo la autorización para construir el centro de transferencia de cargas.
[6] Ver Pregunta frecuente N°7
[7] Aunque el caso pueda parecer exagerado, esos son algunos de los nombres de materias propuestas por el Ministerio para el Bachillerato con Orientación en Ciencias Naturales. Materias como Cultura Musical, Historia o Geografía podrían dejar de existir en cuarto y/o quinto año
[8]  Ver Pregunta frecuente N°21
[9] Pregunta frecuente N°21
[10] Pregunta frecuente N°17