Reproducimos comunicado de la Comisión de Asuntos Pedagógicos de ADEMYS
Organicemos la resistencia contra la
evaluación.
Rechacemos la evaluación censal en séptimo
grado.
La
evaluación estilo Pro está en marcha: ya hay dos proyectos en la Legislatura
que apuntan a poner otra vez nuevamente el acento en el desempeño
docente con el objetivo de culparnos de los males del sistema. Pero
antes de que se aprueben, el PRO va a dar un primer paso: realizarán una
“evaluación censal” en séptimo grado, una evaluación distinta a las que se
viene realizando en los séptimos grados hasta el momento, con el objetivo
concreto de rankear a las escuelas. Que la evaluación sea censal implica
que está pensada para ser realizada por TODAS las escuelas y que, por tanto, la
idea es compararlas entre sí. Con esos datos obtenidos se pueden elaborar los llamados
rankings de escuelas que ya vienen siendo parte de las medidas mercantilistas
aplicadas en educación a nivel mundial e impulsadas por organismos
internacionales.
Esta nueva
evaluación, en la Ciudad de Buenos Aires, se enmarca en la confección de los
nuevos “Boletines tu escuela” que ya empezaron a circular. En ellos detallan
datos como el total de la población de las escuelas, promedio de
repetición, deserción y sobreedad. Su idea es perfeccionar estos boletines y
poder confeccionar rankings de escuelas, como se hace en los países que el PRO
toma como modelo (Chile por ejemplo). Esta “evaluación censal” tiene ese
objetivo. La evaluación es anónima para los alumnos pero no para las
instituciones. Quieren más evaluación para recabar datos que sirvan hacer
rankings de escuelas y así segregar, crear escuelas de pobres, escuelas de
repitentes o escuelas de hijos de profesionales.
Cabe
aclarar que las evaluaciones de este tipo, que se vienen implementando en
países como México, Chile o Estados Unidos, no están dando los resultados
buscados. Lo que se logra, además, es el empobrecimiento del curriculo ya que,
frente a los premios y castigos que se ofrecen para las calificaciones
obtenidas por las escuelas, la tendencia apunta a la preparación o
adiestramiento previo a los exámenes.
También
habría que pensar el fin perseguido a la hora de elaborar un ranking y si esto
debería aplicarse al sistema educativo. ¿Podemos rankear escuelas según
parámetros de resultados cual si fueran empresas que ofrecen servicios? ¿Qué se
busca al comparar escuelas sin tener en cuenta sus situaciones particulares
determinadas por el contexto en el que están inmersas?
Esta evaluación, al igual que los proyectos
que hay en la Legislatura, aspira a una evaluación para forjar un sistema
educativo regido por la competencia: competencia entre docentes, competencia
entre instituciones educativas, competencia entre alumnos. Pretende establecer
ranking de docentes, atando el salario de los mismos al rendimiento obtenido.
Pretende hacer rankings de alumnos para determinar quiénes pueden acceder a
cada tipo de educación. Pretende hacer rankings de escuelas para ponerles con
el tiempo el precio a la cuota.
Por eso es necesario que organicemos en las
escuelas y en los distritos el rechazo a esta nueva evaluación. Podemos
entregarla en blanco, al igual que lo hicimos cuando nos quisieron venir a
evaluar a los docentes con los mismos objetivos, explicando a los padres de
nuestros alumnos por qué lo haremos. En este caso los docentes de séptimo
grado tienen un rol principal en el rechazo a este tipo de instrumentos
evaluativos pero debemos organizarnos a nivel escuela y por distrito frente a
este nuevo ataque a la escuela pública.
Sigamos defendiendo juntos una escuela pública
para todos.
Comisión de Educación – Ademys
Links relacionados para ampliar el debate:
https://docs.google.com/presentation/d/1NlkjwcO_Yb5FVY96Yevec5vOFT3XVMVo2eAKCPsX8Dc/present#slide=id.i0